La década de los 90 fue testigo del nacimiento y popularización de lo que hoy conocemos como Internet, con la aparición el world wide web, aunque su idea teórica apareció hacia mediados de siglo XX. Navegar entonces por la red poco se parece al fácil acceso a la información del que disponemos ahora, y los primeros buscadores podían tardar varios minutos en ofrecer resultados. El acceso a la red cambió la forma de comunicación entre nosotros (y lo sigue haciendo): primero con los correos electrónicos y desde principios de siglo, con las redes sociales.
Las redes sociales han evolucionado mucho, tenemos WhatsApp para la comunicación a través del móvil o Instagram para ver las fotos de las vacaciones de todos los amigos. Incluso TikTok ya va más allá de bailes de unos pocos segundos. Si sabemos buscar podemos encontrar contenido interesante para captar la atención de nuestros alumnos.
Pero, además, las redes sociales nos permiten crear comunidades con personas de cualquier parte del mundo. En ese sentido, Facebook fue de las primeras en incluir la opción de “Grupos” (privados o públicos) para poner en común cualquier tipo de inquietudes. Buceando por la red es fácil dar con grupos de opositores para cualquiera de las especialidades: física y química, biología y geología, tecnología, matemáticas, …
Más allá de encontrar información sobre convocatorias, fechas y cambios en la legislación educativa, estas comunidades son una manera de tener contacto con otros opositores distribuidos por todo el país. En los grupos más activos se comparten iniciativas o ideas didácticas, que pueden ayudarnos a la hora de preparar las clases. Incluso, pueden establecerse nexos entre profesores de distintas comunidades con proyectos similares en sus aulas.
Hay, también, grupos donde se comparten materiales, formaciones o trucos para utilizar algunas de las aplicaciones más empleadas por los profesores como Canva o los paquetes ofimáticos de Microsoft o Google.
Pero si existe una aplicación que reúne lo mejor de las demás redes sociales es, sin duda alguna, Telegram. Aunque para muchos es la alternativa de comunicación directa cuando se cae Whatsapp, la aplicación del avioncito azul ofrece mucho más. En primer lugar, se puede acceder a grupos y canales de cualquier temática a través de enlaces (como los que os facilitamos más abajo) de forma totalmente anónima porque no es necesario compartir nuestro número de teléfono, a diferencia de lo que sucede con Whatsapp, por ejemplo.
Los grupos de Telegram funcionan de forma sencilla. Normalmente existe un administrador que se encarga de determinar la temática del grupo y las normas básicas de convivencia y un grupo de moderadores que se encargan de que todo funcione correctamente en el grupo. Así se consigue una comunidad sana y que resulte útil al resto de usuario.
A continuación te dejamos unas listas con enlaces a grupos de Telegram, separados por especialidad, donde podrás encontrar a otros compañeros opositores. Además, como el acceso al Cuerpo de Profesorado de Secundaria es diferente en cada Comunidad Autónoma, también tienes un listado de enlaces a grupos separados por Comunidad Autónoma.
Si conoces alguna comunidad, en cualquiera de las redes sociales, no dudes en dejarla en los comentarios para seguir aumentando la red de opositores en la nube.
Recuerda ser siempre respetuoso con los compañeros, y disfruta de la comunidad. 🙂