Es muy probable que últimamente hayas oído hablar de Margarita Salas, puesto que es una eminencia del conocimiento fallecida recientemente. Pues bien, aunque sabemos que ya hay muchísimos artículos al respecto, nosotros queremos aportar nuestro granito de arena, para que pueda conocerla quien todavía no la conozca y para que sirva de inspiración a quien no la tenga.
La figura de Margarita Salas se podría intentar resumir, aunque en seguida nos daríamos cuenta de lo complicado de tal hazaña, pues su currículum vitae, por sí sólo, ocupa más de cincuenta páginas (has leído bien, cincuenta páginas). Nos encontramos ante una persona tan prolífica que, incluso este artículo completo, tan sólo logra abarcar un resumen de su figura. Si hubiera que resumirlo todo en un titular diríamos que fue una investigadora científica, en el campo de la bioquímica, de gran recorrido y con grandes y numerosos galardones siendo, además, Académica de la RAE. Pero no nos quedemos sólo en el titular y veamos con más detalle quién fue esta gran mujer.
Margarita Salas estudió Ciencias Químicas en Madrid, donde conocería a Severo Ochoa, quien influiría notablemente en su carrera orientándola hacia el campo de la Bioquímica. Una vez finalizada la licenciatura, pasaría a realizar su doctorado sobre la «Especificidad anomérica de la glucosa-6-fosfato isomerasa» como discípula de Alberto Sols, quien es considerado uno de los pioneros de la Bioquímica en España. Por aquel entonces, conocería a su futuro marido, Eladio Viñuela, quien también fuera químico y discípulo de Sols. Posteriormente, en 1964, emigrarían ambos a los Estados Unidos, donde trabajarían en el Departamento Científico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York como discípulos de Severo Ochoa. Durante esta época, lograría sus mayores contribuciones científicas: la determinación de la direccionalidad de la lectura de la información genética y el descubrimiento y caracterización de la ADN polimerasa del fago Φ29, que tiene multitud de aplicaciones en biotecnología como consecuencia de su gran capacidad de amplificación del ADN (aquí puedes ver un vídeo de la European Patent Office donde se explica con detalle la utilidad de este descubrimiento). Más tarde en 1967 regresarían a España gracias a una ayuda americana para el desarrollo de la biología molecular en nuestro país y Margarita continuaría con sus trabajos sobre el fago Φ29.
Como ya hemos comentado, el currículum vitae de Margarita es imponente. Más de trescientas cincuenta publicaciones en revistas o libros de carácter internacional, en torno a cuatrocientas conferencias, ocho patentes, perteneció a varios de los más prestigiosos institutos y sociedades científicas a nivel nacional e internacional, siendo miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la Academia Europea de Ciencias y Artes, de la American Society for Microbiology, de la American Academy of Arts and Sciences y de la Real Academia (de la lengua) Española, fue colaboradora y miembro del consejo editorial de importantes publicaciones científicas, presidió la Fundación Severo Ochoa, trabajó como profesora vinculada ad honorem del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y formó parte del Consejo Rector de la Agencia Estatal de Investigación.
Para algunos, resulta llamativo que una científica también ejerza como miembro de la RAE, pero esto no es más que una evidencia de lo prolífica que fue la vida de esta investigadora que, desde 2003, ocupó el sillón correspondiente a la letra «i». Su contribución a la Real Academia Española fue enorme, siendo «la incorporación de términos científicos que se están usando en la sociedad» uno de sus mayores retos, tal y como ella misma aseguró en algunas entrevistas.
Además, ha recibido diferentes honores:
- Nombrada doctora honoris causa por la Universidad Rey Juan Carlos, Universidad de Oviedo, Universidad de Extremadura, Universidad de Murcia, Universidad Politécnica de Madrid, Universidad de Jaén, Universidad de Cádiz, Universidad de Málaga, UNED, Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Universidad de la Carlos III de Madrid, Universidad Autónoma de Barcelona y por la Universidad de Burgos.
- Distinguida con varias calles en su honor, varios institutos de Educación Secundaria, una Unidad de Formación e Inserción Laboral y es hija adoptiva de varios municipios.
- Recibió el título nobiliario de Marquesa de Canero «por su entrega a la investigación científica sobre la biología molecular, realizada de forma intensa y rigurosa a lo largo de toda su vida profesional».
Ella siempre reivindicó el valor de la búsqueda de conocimiento. “Lo importante es hacer investigación básica de calidad, y de esta pueden salir resultados aplicables que no son previsibles a primera vista. Y sin embargo salen y pueden ser rentables”, afirmaba.
Sin lugar a dudas, un ejemplo a seguir.
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La Semana de la Ciencia y la Innovacion se tine de luto por el triste fallecimiento de Margarita Salas, el gran referente nacional e internacional de la ciencia y la investigacion espanola. Una mujer Complutense que a pesar de las claras obstrucciones que tuvo que soportar por el hecho de “ser mujer en un mundo de hombres”, salvo por su profesor, nuestro Premio Nobel Severo Ochoa, hoy es el ejemplo a seguir por nuestras jovenes que desean iniciar sus estudios en las carreras STEM, (Ciencia, Ingenieria, Tecnologia y Matematicas), tan necesarias para potenciar la investigacion y la innovacion. Presidenta de la Fundacion Severo Ochoa, ha sido el verdadero estandarte espanol de la ciencia a nivel mundial, y ha sido muy reconocida en todo el mundo por su entrega a la ciencia, la medicina y la investigacion, recibiendo innumerables premios y galardones, aunque algunos nunca entenderemos las razones por las que no fue reconocida en Espana con los Premios Principe de Asturias, hoy Princesa de Asturias, a pesar de haber sido la mujer que mas ha contribuido a nuestra Marca Espana en el mundo de la ciencia.
Efectivamente, muchos opinan que debería haber recibido el Príncipe de Asturias. Sin embargo, nunca hay que perder de vista que el aporte de un científico, científica en es te caso, no se mide por los premios que recibe si no por su contribución al avance y desarrollo de la misma. Más allá de los galardones, es la historia quien, con la perspectiva que da el tiempo, pone de relieve la valía del científico y la importancia de su trabajo, que no se limita a los descubrimientos realizados y se extiende también a su legado como maestro y mentor del futuro de la ciencia.
Sin lugar a dudas, Margarita Salas fue discípula y heredera de un gran científico, Severo Ochoa, pero también fue maestra y mentora de grandes figuras como Marisol Soengas y María Blasco que, a su vez, perpetuarán el ciclo dando lugar a grandes descubrimientos y nuevos científicos. Será entonces cuando Margarita Salas reciba el mayor galardón que todo científico pueda recibir y es ser un referente para los científicos del futuro o, lo que es lo mismo, haber hecho historia.